La costa en un principio era lineal, pero la existencia de rocas de diferente dureza, hace que la erosión marina actúe en mayor medida en las rocas más blandas, con lo que en estas zonas el mar avanza más hacia tierra, formándose ensenadas.

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La formación de dos ensenadas consecutivas separadas por un espigón, hacen que las olas del mar rompan sobre este curvándose hacia ambos lados, y tanto por la fuerza del agua, como por la abrasión que producen los materiales que arrastra, se forman cuevas por ambos lados del espigón, que con el tiempo terminan por unirse formándo un arco marino.

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Una segunda condición para que el efecto final sea el que la naturaleza ha creado en esta playa, es que las rocas de la parte superior del túnel sean lo suficientemente duras para soportar en peso de las capas superiores, para ello la inclinación (Buzamiento) de las capas o estratos deben de formar un plano inclinado en la dirección tierra-mar.

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La playa de las Catedrales, recibe este nombre por su semejanza con los arbotantes de las catedrales góticas.

El mar continuará haciendo su labor de erosión, y con el tiempo, todos estos maravillosos arcos terminarán por derrumbarse, esperemos que dentro de muchos, muchos años.